LA PROCESIONARIA DEL PINO
Este fin de semana vi que había bolsas de procesionarias en los pinos y abetos de casa. Como tengo perro se que son muy peligrosas para ellos, así que empecé a pensar cómo me podía deshacer de ellas. Para vencer a tu enemigo hay que conocerle mejor, así que me puse a investigar... y aquí están los resultados
LA RESPONSABLE: Una oruga llamada Thaumetopoea pityocampa
En su fase final, tras alimentarse durante unos 30 días,
la oruga abandona los árboles bajando al suelo para enterrarse y pupar, dando
lugar finalmente a ejemplares (mariposas) adultos. Para ello las orugas forman
inicialmente unas llamativas filas que explican su denominación como
“procesionarias”. El llamativo efecto y la curiosidad que provocan estas filas
está en el fondo de muchos incidentes, cuando las personas (especialmente
niños) y/o las mascotas (perros especialmente) intentan manipularlas,
provocando las respuestas defensiva del insecto (pelos urticantes).
Fundamentalmente en los pinos, pero también en otras
coníferas aparecen bolsas blancas como las de la foto
EFECTOS QUE PRODUCE LA PROCESIONARIA
La orugas procesionarias no parásitan y/o pican
directamente a humanos o animales. Los peligros para el ser humano y/o sus
mascotas asociados con estos insectos derivan del eventual contacto o
exposición a sus “pelos” urticantes.
Cada oruga dispone a lo largo de su cuerpo de unos 500.000
pelos o tricomas especiales que asemejan morfológicamente a pequeños dardos o
flechas envenenados. Su pequeño tamaño (100-200 µm // 1µm=0,001 mm) y el hecho
de que puedan desprenderse con facilidad implica un riesgo importante de
urticaria no sólo por contacto directo sino también vía aérea a través del
efecto de corrientes de viento
El contacto de los dardos con los humanos y/o mascotas
suele desencadenar reacciones cutáneas locales más o menos llamativas, aunque
también pueden dar problemas oculares, bronquiales e –incluso, anafilaxia
severa. Existen otros casos (más infrecuentes) relacionados con reacciones
alérgicas propiamente dichas (IgE-mediadas)
METODOS DE ELIMINACION
1. Medios fisicos: pasan por la eliminación de los
bolsones, cuando las orugas están dentro, estos se cortan, apilan e incineran
destruyendo las poblaciones larvales. En el pasado se disparaba contra los
bolsones.
2. Lucha química: consiste en la fumigación con insecticidas
autorizados (piretroides e inhibidores de quitina y Bacillus thuringiensis),
deben aplicarse sobre las fases larvarias en los primeros estadíos de
desarrollo, antes que desarrollen los pelos urticantes de tercer estadío. Esto
se inicia aproximadamente en otoño y habría que seguir con las fumigaciones
hasta febrero o marzo
3. Lucha biológica: quizás la más efectiva considerando
efectividad/esfuerzo, consiste en la utilización de feromonas para capturar en
trampas a los machos adultos reduciendo las posibilidades de cópulas.
En zonas amplias de pinos podemos introducir parásitos
(algunos dípteros e himenópteros) y depredadores naturales que atacan a estas
poblaciones de orugas como: avispas, hormigas,
carboneros, herrerillos cuervos o urracas
CONCLUSION.
Estoy fuera de plazo para la lucha química y biológica, y la bolsa está demasiado alta como para poder cogerla, además esta en la guía de crecimiento de un abeto y si la corto me quedo sin árbol. El año que viene allá por otoño intentaré empezar a fumigar. Mientras tanto, puedo intentar acudir aquí (ver abajo)
En la ciudad de Madrid, las incidencias relacionadas con
estos insectos pueden ser comunicadas al Departamento de Arbolado Urbano
(Dirección General de Patrimonio Verde; Área de Gobierno de Medio Ambiente)
Teléfonos:
91.588.01.84 – 91.588.59.65
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